jueves, 24 de noviembre de 2011

Reconozco haberme quedado un poco boquiabierto cuando, años atrás, quise actualizarme a Windows 7 y se me avisaba de que podía tardar hasta 20 horas en completarse el proceso. Tiempos excesivos y totalmente inapropiados para los tiempos que corren (y corrían).
En Microsoft han decidido mejorar, entre otros muchos, este asunto. Así anuncian mejoras importantes en el proceso de instalación y actualización de Windows 8. Tan interesantes como una reducción del tiempo de actualización desde, atencón, más de 500 minutos a apenas 50 (y en casos muy extremos).
En general el proceso de instalación y actualización será menos prolongado en el tiempo, y requerirá de menor intervención por parte del usuario (apenas once clicks que pueden transformarse en ninguno si personalizamos nuestro instalador). Por su parte los administradores de sistemas también podrán aprovecharse de estas ventajas y desplegar sistemas utilizando sus configuraciones personalizadas del instalador de Windows 7, dado que serán totalmente compatibles.
Los usuarios no avanzados también apreciarán mejoras en el instalador, sobre todo si estamos realizando una actualización desde el propio sistema Windows. El instalador buscará automáticamente actualizaciones, comprobará la compatibilidad de tu software y realizará la instalación sin apenas intervención del usuario y manteniendo los programas y configuraciones posibles (y por supuesto todos los archivos del usuario). Si se compra desde la Web, incluso, será innecesario introducir la clave de licencia de Windows 8.
El instalador de Windows 8 desde Windows tiene un detalle bastante interesante, dicho sea de paso:propone a media instalación crear un disco de arranque USBDVD para realizar futuras instalaciones limpias. Lion fue criticado por la no oferta de esa opción, aun a pesar de que sea posible instalar el sistema directamente desde Internet (y aun siendo trivial crear un disco de arranqueUSB con el paquete comprado de la Mac App Store).
En definitiva, otra mejora interesante para un Windows 8 cuya beta suponemos que verá la luz en bien pocos meses (recordad: según el calendario de lanzamientos de Windows 8 toca para enero de 2012).

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